› Crónica Michael Monroe + Cheap Thrill + Shoock Hazard. 11 de mayo de 2014. Razzmatazz2. Barcelona.

No había mejor manera de pasar un domingo que disfrutar de un buen concierto de rock, como el ofrecido por el conjunto de las bandas Shook Hazard, Cheap Thrill y Michael Monroe y sus “chicos”, en la sala Razzmataz 2... Lástima que fuéramos pocos los que pensáramos así, ya que la sala solo rozo la mitad de su aforo... Lo dicho, una lástima.
Sin conocer nada de Shook Hazard, sorprende mucho la actitud y fuerza con la que esta jovencísima banda se posiciona en el escenario, ejecutando un rock cañero y agresivo que agrado al poco público que estábamos viéndolos y a los que se tendrá que tener en cuenta si vuelven a aparecer por aquí.


Después de este breve pero intenso show, daría paso el primer plato fuerte de la noche, pues Cheap Thrill está compuesto por Jeff Labar (guitarra y voces) y Eric Brittingham (bajo y voces) de Cinderella, Troy Patrick Farrell (batería y voces) de White Lion y Brandon Gibbs (guitarra y voz solista) de Gibbs Brothers, lo que había creado expectación, y que aparte de deleitarnos con algunos éxitos de las bandas a las que pertenecen, realizaron algún cover famoso de la historia del rock americano, ofreciéndonos como intro el tema de Jace Everett Bad Things, famoso por ser la banda sonora de la serie vampírica True Blood.... Mejor sonido americano, imposible!!!.


Igual que no se podía empezar de mejor manera el show que con Cinderella y sus Bad Seamstress blues + Fallin´Apart At The Seams, seguidos de algún clásico como This Town o Radar Love de Golden Earring y que hicieron suya White Lion, también dando pie en medio de la actuación a un pequeño solo de guitarra a cargo de Jeff, y aunque se disfrutaban todos estos temas, los que más creaban expectación, al menos a servidor, eran los temas de Cinderella, de los que también sonaron Heartbreak Station, Nobody´s Fool y Gypsy Road, que resulto curioso escucharlos cantados con otro tono de voz que no sea el del inimitable Tom Keifer, pero muy bien defendidos por Bandon Gibbs , y llegando al final de la actuación con el sorpresón de la noche... Home Sweet Home de Mötley Crüe, intercalando en medio del tema un momento del Imagine de John Lennon, y dando fin a una actuación de gran calidad, que hizo que la hora que duro se hiciera muy corta....

Tx: FerKISS / F: K

Teniendo en cuenta que en su momento ya coloqué el "Horns and Halos" en lo más alto de la lista de los mejores discos del pasado año, y que ayer una buena parte del mismo, por no decir todo, formaron parte del setlist de ayer en Barcelona, y de que su anterior disco ya era una autentica brutalidad y los mejores momentos del "Sensory Overdrive" también hicieron acto de presencia, y que buena parte de la parte final ha estado reservada a esos grandes hits que la ya larga y dilatada carrera de Monroe atesora, el resultado de lo vivido ayer en la Sala Razzmatazz 2 de Barcelona solo puede adejtivarse de un modo, que no es otro que BRUTAL. Sí, a partir de aquí, cualquier cosa que se quiera comentar sobre el concierto de la pasada noche no hará más que redundar en lo que hace unas horas escribía Edgar al hacernos participes de las sensaciones vividas en la Sala Copérnico tras el paso de Michael Monroe y los suyos por Madrid.


Sí, Michael Monroe, con sus casi cincuenta y dos primaveras a sus espaldas, a lo largo de la hora y veinte de concierto, ya desde los primeros compases del Horns and Halos, tema encargado de abrir la noche, hasta que Malibu Beach Nightmare pone el punto y final, como si de un huracán se tratase acaba arrasando por completo la sala, arropado en todo momento por unos acompañantes estelares, los mismos, con la excepción de Dregen que decidió bajarse en el último momento de la gira, y su puesto pasó a ocuparlo Rich Jones.

Unos acompañantes que en todo momento consiguen situarse al mismo nivel que él, tarea nada fácil, ya que Monroe es mucho Monroe, con una base rítmica brutal en la que destaca el bueno de Karl con un derroche de energía admirable, pero es que llevando las riendas del espectáculo Monroe, o te sitúas a su nivel, o ya te puedes ir buscando un nuevo grupo donde tocar. Un concierto que tiene la misma arrancada, de hecho, salvando un pequeño detalle, tiene la misma estructura que el acontecido el pasado viernes en Madrid, pero si ahí, tal como nos explicaba Edgar, fue a los setenta minutos cuando el grupo tras la espectacular Dead, Jail or Rock ‘n’ Roll, aquí, en Barcelona, tan solo habían pasado apenas sesenta, y es que Michael salió a reventarlo todo y fue tal la aceleración que llevaba que se fundía tema tras tema de una manera inhumana, por lo que el pequeño detalle del concierto de ayer es que tres y no dos fueros los bises con los que nos obsequió, y junto a las ya habituales Hammersmith Palais (de nuevo la locura desatada) y Malibu Beach Nightmare, el tema encargado de cerrar los conciertos, acabó colándose otro tema perteneciente al "Horn and Halos" como fue el Saturday Night Special.


Setenta minutos con los que Michael Monroe vuelve a dejarnos claro que es una autentica bestia encima del escenario y que ahí arriba se transforma y su frágil presencia física se agiganta para eclipsar todo lo que tiene alrededor, y que, una vez finalizado el concierto hará como todos y frecuentes serán las llamadas a sus contables, pero ahí arriba, cuando está encima del escenario, su único objetivo es conseguir una comunión con sus seguidores. Michael necesita sentirse querido por los suyos y por eso es constante el contacto humano con los que han pagado la entrada para tenerlo cerca, y es que se podrá destacar las cantidades de himnos que es capaz de crear y lo bueno que es el grupo que le acompaña, pero lo más importante de todo es su honestidad y la manera de transmitir desde inicio a fin mientras dura el espectáculo. Sin duda lo de ayer de Razzmatazz fue uno de los bolos del año.


Tx: Perem. Extraida de The Best Music. / Fotos: K.

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Organiza: On The Road Music