› Crónica Black Label Society + Black Tusk + Crobot. 22 de febrero de 2015. Ancienne Belgique. Bruselas. Bélgica.

Viaje que como comenté a mis más cercanos, era obligatorio de hacer, ya que por suerte o por desgracia, no se apuestan por grupos como estos en nuestra España querida.
Así que, para navidades y como motivo para gastarme el dinerito que tenía ahorrado, decidí coger a un par de colegas (aquí les agradezco que me soportaran durante más de un día entero), y rumbo a Bruselas a ver algo que hace mucho tiempo que tenía ganas de ver.
Black Label Society, acompañados de Black Tusk y de Crobot, una noche que prometía ser brutal, la verdad. Un cartel de esta talla no se ve todos los días.
La velada, comparado con los horarios de España, comenzó muy temprano y terminó muy temprano también, algo que me sorprendió bastante.

Para abrir la noche, tendríamos la oportunidad de poder ver a Crobot, una banda que cada vez está creciendo más, y es que este cuarteto se lo merece. De pasar a no ser nadie, a girar con Black Label Society y en Abril con Anthrax y Volbeat, es algo sorprendente. La pegada que tienen, la energía que desprenden y la gran música que hacen, son capaces de captar en cada sitio al que van, más y más seguidores.


Con el gran Brandon a la voz, comenzarían su actuación a las 18:30 ante una sala con muy buena entrada tempranera, con el tema The Legend of the Spaceborne Killer, un tema ideal para comenzar con rabia y eficacia su show en directo.

Tras este, sería el turno de canciones de ese nuevo álbum llamado Something Supernatural junto a otros clásicos que han hecho crecer a esta banda, y es que este hard rock es algo brutal, aporta sin lugar a dudas un buen rollo increíble.

Una ejecución totalmente óptima tanto por parte del vocalista Brandon, como ya hemos dicho, como de Chris a la guitarra, que no cesaría un solo instante en moverse y hacer virguerías con esa pedazo de guitarra, y el increíble e incansable show de los hermanos Figueroa al bajo y a la batería. Un talento en directo que pocas bandas son capaces de transmitir.

No faltaron temas como Skull of Geronimo, de su último trabajo "Something Supernatural", La mano de Lucifer, Wizards o The Necromancer, para terminar el brutal show con Fly on the Wall, donde la banda se despediría del público Belga dando paso a Black Tusk, habiendo ejecutado un show brutal y haciendo que, en lo que a mí respecta, esté deseando que llegue el Martes 17 de Marzo para poder verlos en la sala Rocksound de Barcelona.

Recogieron volando y sin perder un solo minuto, salieron a escena los grandes Black Tusk, los cuales venían con la baja de su anterior bajista por defunción, algo que siempre es duro para todo el mundo. Pero como seguro el querría, ¡la banda siguió y seguirá adelante!


Así bien, era el turno de estos grandes del Sludge, una banda algo más dura que la anterior, con riffs más rápidos y veloces, como también, letras de canciones más potentes y demoledoras.
Un show que duró 45 escasos minutos donde apenas se detuvieron un solo instante a charlar con el público. Querían tocar, enseñar a la gente de Bélgica de que madera estaban hechos y dar paso a Black Label Society.

Me gustó mucho la actitud de la banda, sobretodo la del batería. Tocaba con muchísima rabia, si mal no lo recuerdo terminó rompiendo dos baquetas, y no cesaba de tener una actitud enfurecida.
He visto muchos baterías, muchos criticado por su mala leche, que luego han sido simpáticos, otros muy buenos que lo han hecho fatal y otros que tenían malos y buenos días. Pero como digo, este tío se le ve que cuando se sube encima de las tablas, se lo toma en serio. Algo que me sorprendió fue como lanzaba baquetas al público como si quisiese matar a alguien. Espero que ninguna de estas terminara sacándole el ojo a nadie.

Tocaron los temas más conocidos de la banda pasando por casi todos sus trabajos, como por ejemplo Truth Untold, la gran Bring Me Darkness, Screaming Inside Myself, hasta terminar con The Ride y The Crash.
Una banda que me gustó muchísimo y no tenía ganas de que terminaran, ya que su show era todo un espectáculo. Espero volver a verlos más adelante, porque son un grupazo en mayúsculas.


Y era el turno de lo bueno, de amortizar el viaje por completo. Ver al gran Zakk Wylde y compañía petándolo en Bélgica.
Una pancarta de Black Label Society colgaba del escenario para imposibilitar la vista de todo lo que se estaba haciendo en este. Los técnicos preparaban el decorado y lo dejaban todo inmaculado para que, tras una fusión de canción de Whole Lotta Love y War Pigs, de los grandes Zeppelin y Sabbath, se bajara el telón con The Beginning... At Last.
La imagen era brutal. Tener al gran Zakk Wylde delante de ti impone un respeto considerable.
Toda una leyenda a la cual nunca habías tenido ocasión de poder contemplar, en tus morros, tocando mágicamente y cantando con esa pedazo de voz característica que se gasta este Berzerker.


Un micro lleno de calaveras, un muro lleno de amplificadores… La imagen era brutal, y el show no había hecho nada más que comenzar.
Funeral Bell y Bleed for Me eran los siguientes temas, donde se comenzó a encender el público.
La verdad es que la voz de Zakk estaba un poco subida de tono en las primeras canciones, y a pesar que luego la bajaron un poco, continuó subida de tono en todo el restante show. Un detalle que depende quien sea, le dará importancia, pero para mí no influyó apenas.


Tras estas, comenzarían a tocar la primera canción en el show de su último trabajo llamado "Catacombs of the Black Vatican". Era el turno de Heart of Darkness.
Durante toda la actuación, el principal objetivo era el tito Zakk, es evidente. Pero no queremos ocultar el gran trabajo del resto de la banda. Dario, John y Jeff son unos músicos increíbles, los cuales en todo el concierto no tuvieron ningún fallo y ejecutaron las canciones a la perfección.

Turno de Suicide Messiah, ya estábamos tocando los clásicos de la banda. Un tema en el que un pipa de la banda salta al escenario y colabora con el altavoz para decir una frase del estribillo, el cual una vez terminada la canción, Zakk pediría un aplauso para el. No hubo mucha comunicación en el concierto por parte de Zakk. Canción tras canción y por faena.

My Dying Time junto a Damn of the Flood eran los siguientes temas antes del pedazo de solo de 8 minutos que se marcaría Zakk. Sin duda, este tío no ha llegado donde está por su cara bonita, y con momentos como estos se puede demostrar.


Encartaríamos la parte final del show, donde el teclado haría acto de presencia en el escenario, con el que primeramente se pondría Dario Lorina a tocar la gran balada Angel of Mercy, y más tarde el propio Zakk Wylde con un tema que nos tocó la fibra a todos. In this River, donde bajaron dos pancartas con las imágenes del gran Dimebag Darell, un gran amigo del maestro Zakk que ya descansa en paz.

Terminado este emotivo tema, se volcarían nuevamente para terminar el pedazo de show que estábamos presenciando. Era el turno de las presentaciones, y miembro a miembro sería aclamado por el público, empalmando con The Blessed Hellride, donde tras esta canción, se haría el último parón de la noche, y el maestro Zakk, harto de cambiar una y otra vez de guitarras, haría el último cambio para proceder a tocar Concrete Jungle y la gran Stillborn, terminando así un show brutal de cerca de hora y media.

La verdad es que tenía muchas ganas de ver a esta banda, y este viaje las ha aumentado para la siguiente vez. Ver a este maestro te rejuvenece, quieras o no, un tío de 50 tacos que hace lo que hace como un chaval, no tiene precio.
Deseando que dentro de poco, las promotoras españolas no se duerman, y traigan a grupos de esta talla, que no puede ser que se viaje para ver a bandas que están de gira europea.

Y para terminar me gustaría hacer algo que no acostumbro en mis escritos. Gracias una vez más a Rubén y a Mario, ¡sois muy grandes cabroncetes! ;-)


Xavi Gutiérrez