› Crónica Rosendo. 16 de noviembre de 2013. Razzmatazz. Barcelona.

Con unos minutos de retraso que sirvieron para que el público que llenaba la sala corease su nombre, Rosendo, Rafa y Mariano, salieron al escenario para iniciar un show que nos hizo olvidar los problemas y disfrutar durante algo más de hora y media.
Con una trayectoria tan extensa y con grandes temas grabados, realizar un setlist a gusto de todos es tarea imposible, con lo que siempre se quedarán grandes temas sin sonar, pero ese sábado por la noche, nadie de la sala salió descontento, ya que Rosendo nunca defrauda.


Abrió con A dónde va el finado, seguida de Listos para la reconversión y luego, Cosita que fué la que empezó a despertar al público con las primeras ovaciones de la noche.
Hasta de perfil volvió a retomar el ánimo de la gente y con Vergüenza Torera, Rosendo ya tenía a todo el público en el bolsillo. Parco en palabras, nos anunció un tema que nos iba a poner los pelos de punta, y cuanta razón tenía cuando inició Que desilusión, su primer guiño a Leño.
Apretaron el acelerador hasta el fondo para iniciar En agua caliente y ya no soltar el pedal hasta el fin del show. Después, fueron cayendo los clásicos como Masculino singular, Flojos del pantalón, Pan de higo y Agradecido, haciendo que la sala fuera una fiesta mientras el trío abandonaba el escenario para tomarse un descanso.


La sala no paró de ovacionar para exigir el retorno a las tablas de Rosendo y cuando por fin lo hicieron, nos noquearon con un trío de ases compuesto por Y dale!, Majete y el tema clásico que cierra sus shows Navegando. Abandonaron de nuevo, pero el público se negó en abandonar la sala y el premio fue un excelente Maneras de vivir.
Rosendo volvió a salir victorioso de la ciudad condal.


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